Las actuaciones permitirán aliviar la congestión y reforzar la seguridad en uno de los tramos más transitados de la isla
La carretera GC-1, uno de los principales ejes de conexión entre el norte y el sur de Gran Canaria, mejorará notablemente su fluidez gracias a nuevas intervenciones impulsadas desde el Gobierno de Canarias. Los proyectos, ya redactados por la Consejería de Obras Públicas, Vivienda y Movilidad, que dirige Pablo Rodríguez, y la Dirección General de Transportes y Movilidad, coordinada por María Fernández, tienen como objetivo resolver los problemas estructurales que afectan a la vía a su paso por el municipio de Telde.
La GC-1 soporta una alta densidad de tráfico diario, especialmente en puntos como Bocabarranco, La Mareta y el cruce de Melenara, donde la reducción de carriles provoca el conocido “efecto embudo”, generando atascos y un mayor riesgo de accidentes. Ante esta situación, se han planificado cuatro actuaciones específicas tras reuniones técnicas con la Dirección General de Tráfico y el Cabildo de Gran Canaria.
Uno de los proyectos más relevantes contempla la ampliación de la vía con un cuarto carril en el tramo entre Bocabarranco y La Mareta, lo que permitirá descongestionar este punto crítico y mejorar tanto la circulación como los accesos a la zona. La duración prevista de esta actuación es de doce meses.
Además, se prevén nuevas intervenciones en Marpequeña, concretamente en el cruce de Melenara, donde también se incorporará un nuevo carril y se reordenará el trazado del enlace. Asimismo, se intervendrá en los accesos a la zona comercial de La Mareta, reorganizando el tráfico y mejorando la seguridad vial en este entorno estratégico del municipio.
La secretaria local de Telde, Carmen Vega, ha valorado positivamente el impulso de estas actuaciones: “Estas mejoras no solo facilitarán la movilidad diaria de miles de conductores, sino que también permitirán reducir de forma considerable la congestión en horas punta, lo que supone un avance muy necesario para Telde y su entorno”.